Actividades de estimulación temprana para niños de 2 a 3 años: Guía práctica

01 Ene 2024

En este post continuamos con las actividades de estimulación temprana para niños de 24 a 36 meses, diseñadas para potenciar su desarrollo motor, cognitivo y social. Estas actividades ayudan a los padres y cuidadores a apoyar el crecimiento de los pequeños de manera divertida y efectiva.

Consideraciones antes de realizar las actividades de estimulación temprana

Antes de comenzar con las actividades, es importante tener en cuenta lo siguiente:

Momento adecuado para la estimulación: Asegúrese de que el niño esté en buen estado de ánimo. Si está cansado, enfermo o de mal humor, es mejor esperar hasta que se sienta mejor.
Ambiente adecuado: El espacio debe ser cómodo, seguro y con una temperatura agradable para el niño, de modo que se sienta cómodo y dispuesto a participar.
Duración de las actividades: Las sesiones no deben ser demasiado largas. El tiempo ideal para actividades de estimulación es de 45 minutos a 1 hora, pero siempre escuche las señales del niño. Si muestra cansancio o falta de interés, es preferible terminar antes.
Ritmo de aprendizaje: Recuerde que cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje. No lo sobrecargue de actividades, ya que esto puede generar estrés. Mantenga un ambiente relajado y positivo.
Refuerzo positivo: Felicite los logros del niño, por pequeños que sean. El refuerzo positivo ayuda a crear una asociación entre las actividades y el disfrute, fomentando su motivación para seguir aprendiendo.

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Actividades de estimulación para niños de 2 a 3 años

A continuación, te presento algunas actividades recomendadas para fomentar el desarrollo de los niños entre 2 y 3 años. Estas actividades están orientadas a mejorar la coordinación motora, el lenguaje y la comprensión:

Lanzar y correr tras la pelota
En una superficie plana, pida al niño que esté de pie y arroje una pelota con ambas manos. Luego, debe correr tras ella para recogerla. Esta actividad trabaja la coordinación motora y la agilidad.
Juego con peluche: movimientos y dirección
Utilizando un peluche, invite al niño a seguir indicaciones como: “el peluche sube”, “el peluche baja”, “va a un lado” y “va al otro”. El niño debe estar de pie, con las piernas separadas, sosteniendo el peluche y siguiendo el movimiento con la vista. Este ejercicio favorece la concentración y la coordinación.
Pasar por debajo y por encima de un lazo
Agarre un lazo y átelo a la pata de una silla. Luego, sostenga el otro extremo y pida al niño que pase por encima (de pie) y por debajo (gateando). Dígale “grande, grande por arriba” y “pequeño, pequeño por abajo”. Esta actividad promueve el desarrollo de la motricidad gruesa.
Saltos y palmadas
Haga que el niño dé pequeños saltos sobre ambos pies. Al escuchar una palmada, debe sentarse y, al escuchar otra palmada, saltar nuevamente. Esta actividad mejora la coordinación y la capacidad de reacción.
Pasar la pelota entre las piernas
Colóquese a unos dos metros del niño y ruede una pelota hacia él. El niño debe recogerla y devolverla rodando entre sus piernas. Si no lo logra, acérquese un poco y luego vuelva a aumentar la distancia gradualmente. Este ejercicio fortalece la coordinación motora.
Arrastrarse para alcanzar un objeto
Coloque un objeto atractivo a una distancia de 2 o 3 metros y pida al niño que se arrastre para alcanzarlo. Después, mueva el objeto a otro lugar y anímelo a arrastrarse hacia atrás. Este ejercicio desarrolla la fuerza y la motricidad gruesa.
Desplazarse entre cuerdas
Coloque dos cuerdas en paralelo con una separación de 25 cm. Pida al niño que se desplace gateando sin tocar las cuerdas. Después, pídale que se coloque dentro de las cuerdas y salte abriendo las piernas para caer fuera del carril. Luego, hágalo nuevamente con las piernas juntas. Esto trabaja el control motor y la agilidad.
Clasificación de objetos
Coloque diferentes objetos en un recipiente y pida al niño que los pase a otro recipiente vacío, nombrándolos en voz alta para que el niño los repita. Este ejercicio ayuda en el desarrollo del lenguaje y la clasificación.
Conociendo el cuerpo
Pase al niño un muñeco y enséñele las partes del cuerpo. Luego, pídale que las repita y las señale en su propio cuerpo. Este es un ejercicio fundamental para el conocimiento corporal y el lenguaje.
Rompecabezas y coordinación
Muéstrele cómo se ensamblan las piezas de un rompecabezas. Anímelo a intentar resolverlo por sí mismo, aunque no lo logre en el primer intento. Felicítelo por su esfuerzo. Este juego favorece la resolución de problemas y la coordinación mano-ojo.
Practicar abotonado y cierre de pantalón
Enséñele al niño cómo abotonarse una camisa y cómo subir y bajar el cierre de un pantalón. Anímelo a hacerlo solo para fomentar la autonomía y el desarrollo de la motricidad fina.
Lectura y exploración de libros
Pasele un cuento y léalo en voz alta. Invítelo a señalar los objetos que llamen su atención, repitiendo sus nombres. Anímelo a pasar las hojas y a decir qué ve en cada página. La lectura es clave para el desarrollo del lenguaje y la imaginación.
Dibujo y expresión artística
Muéstrele al niño cómo hacer un dibujo simple. Motívelo a copiarlo o a pintar libremente, incluso si no queda perfecto. Esta actividad fomenta la creatividad y la coordinación.
Ejercicios de obediencia con órdenes sencillas
Pida al niño que realice órdenes simples, como: “cierra los ojos”, “abre la boca”, “dame la mano” o “levanta el pie”. Esto ayuda a mejorar su comprensión de comandos y a trabajar la atención y el autocontrol.

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